
no desean las cosas
el lugar permanece suspendido
en esa transparencia animal que la respira
vulnerada y sedienta
la delatan las figuras sin nombre
cuentan cada partícula de luz | y de silencio
no desean las cosas
se escucha ese rumor
los fantasmas que ponen límites a las sombras
sólo el mercurio de la lluvia
(aislada en el tiempo la grieta
el azufre en la llama)
se extinguió el cuerpo
las isobaras no se tocan
tibieza su huella y pérdida
un murmullo de piedras contiene
el frío que proclama | texturas del camino
irradiando sonidos miden la lejanía
[“nur mit Wind mit Zeit und mit Klang / der ich unter Menschen nicht leben kann”]
con su paso las aves llenan sombras
la pulsión de la imagen
los susurros se clavan en la lengua
las piernas textifican el vacío
(rascar)
su lengua resonaba tenue | levedad en los ojos
su mano palpaba las arrugas en la sábana
amputadas del cuerpo
queda la pulsión detenida
del gesto roto ―la memoria del cuerpo nunca muere completa―
ni siquiera el dolor
una textura inverosímil
un cabello de esparto
brecha sutura lluvia
las cicatrices
trazos del pensamiento que se pierden
(codifican la forma
lenguajes invisibles)
la tibieza del índice marca su peso
yaces en esta cama | pabellón de neurología
no es íntima la escucha ni absoluta
miras las voces que no suenan
toda palabra frágil
su mostración
cercenado lugar en la espesura
(el hombre allí más transparente
irisado azular del frío
observa su desgarradura)
espiar en el vacío
es contemplar
un lugar provisorio
el deseo amputado de su forma
calcinados los ojos
rozan todavía las manos
imantadas de espuma
de esta luz perecedera
nacerán la quimera y la vigilia
todo lo fundan las piedras le dijiste
(la frialdad de la torre levantada
donde murieron tantos soles
horada la lluvia la historia)
la mirada contribuye a la impugnación de la mudez de las edificaciones esas visiones de un enigma que fue ingeniado para alimentar una secreta presencia caníbales de los reflejos que se proyectan desde el fondo de las formaciones rocosas han llegado al vértice de lo imposible será una extraña forma de presentimiento deglutir la forma in absentia basta el sucedáneo de la fotografía después de una deglución visual ofrece nuevos rastros de luz para alumbrar periferias de sentido pesa en el aire un intencionado no acabar de decir la piedra
Sobre el autor:
Iván Méndez González
(Islas Canarias, España).
Poeta y traductor de poesía de expresión alemana. Licenciado en Filología Hispánica con Premio Extraordinario Fin de Carrera. Estancia de Investigación de Postgrado en la Freie Universität de Berlín. Maestro en Literatura Española e Hispanoamericana (2012-2013) por la Universidad de Salamanca; y candidato a Doctor en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana con una investigación sobre la obra de Coral Bracho. Su investigación y su escritura se centran en desarrollar y potenciar las relaciones entre la poesía y la ciencia, aprovechando los más recientes estudios de cognitive poetics y neurofenomenología. Traductor de poetas de expresión alemana, administra el blog de traducción http://delimitedsilence.blogspot.mx/. Formó parte de la “Muestra de poesía canaria: séptima parte”, Círculo de Poesía. Revista Electrónica de Literatura (junio 2015), editada por Mario Domínguez Parra. Ha publicado diversos textos en revista especializadas como Quimera, Ínsula, Revista de Occidente o Anuario del Instituto de Estudios Canarios.
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