
Una selección de poemas del autor y traductor colombiano Leo Castillo
Serenata
Mientras el amanecer
trepa el árbol del día toronja
de mi corazón destila
una luz esmeralda
un agua ultramarina
que te extiende un golpe de ola
un aletazo de labios.
Gato
Con ganosa impaciencia espero
que la ciudad se vaya a pique
de una vez por todas
en un propicio recogimiento frágil
y casi culpable
apenas pulsado por los grillos del presagio
que se sobresaltan entre mis sienes
al compás de los astros titilantes
para volverme furtivo
y aventurarme humilde y emocionado
a través de los pasajes inéditos
y los más íntimos rincones de la vigilia
al cotidiano y singular encuentro
con la sorpresa eterna
de la noche imaginera.
¡Gato…!
Los malditos amantes
De nosotros, seres de nadie
indefensos de soledad
se burlan esa sonrisa a cuatro labios
y la convergencia de los cuerpos en toda delicia
de los malditos amantes.
Para los malditos amantes las felices canciones
la cucharadita en los labios del helado de vainilla
las nubes y el vino
estos cielos puros, esta vida azul.
Se burlan
de nuestras agrias batallas humanas
los malditos amantes sin heridas de consideración
sin miserias existenciales que empañen
el paisaje rosa y violeta de sus dichas.
En nuestras narices los malditos amantes
cierran la puerta del abrazo
nos dejan fuera, con el frío
estas mariposas en llamas
estos imbéciles y bellos ángeles de indiferencia.
De los malditos amantes la miel de la materia
el reino de los sentidos
nuestros la soledad y toda la mierda de este mundo
el Exilio.
Desnuda
En el azul terciopelo nocturno
joya de luz, flota
luna.
Pulse prodigiosa, lenta
la delicada caricia imposible
de cada célula la entraña extasiada tu fuerza
luna.
Algo dirá
que más allá de las noches en la Noche
nos volvemos a encontrar.
De reojo el ojo indigno
no se atreve
luna
a intentar la contemplación cabal
de la inagotable belleza:
la experiencia con la muerte cuando
tal vez —dices— a ver no nos volveremos
Llueve
I
¡Alborotada niña de los rizos de plata!
lluvia pianista, cómo vienes y vences
siempre gratis y de nuevo nueva
la magia antigua de tu música
aportando a esta sola orilla de silencio
donde se crispa mi ser
y fresca me sabes a la calle sacar.
Lluvia de los niños jubilosos
del sapo concertino, de las lombrices y de la siembra
lluvia
para tu pública disertación
disponible llevo siempre mi oreja
decididamente a la orden
para tu ocioso reclamo.
II
La lluvia me lava el rostro
cuerpo abajo se lleva la sal de mi piel
y me endulza los labios.
Del olivo se desprende un sonoro revoloteo:
la evidencia verde en el pico
la paloma vuela a proclamar
que el mundo no se fugó con la lluvia.
Como aquel anciano egiptano
vengo de la lluvia con ingenuos ojos
y como él
busco entre las nubes
el bellísimo arco de Dios.
Selección de textos del libro “De la acera y sus aceros”. Fotografía de Haroldo Varela
Leo Castillo (Barranquilla, Colombia) Es poeta y traductor, especializado en el idioma francés con titulación en la Universidad del Atlántico y Alliance Française. Protagonista del premiado documental “Ciudad de Letras” dirigido por Julio Oyaga Martínez (Colectivo Pimentón Rojo, 2011). Autor de los libros de poesía El otro huésped (1998), De la acera y sus aceros (2007), Tu vuelo tornasolado (2014), Los malditos amantes (Perú, 2014) o Instrucciones para complicarme la vida (Poesía, 2015), así como los libros de cuento, Convite (1992) Historia de un hombrecito que vendía palabras (Fábula ilustrada,1993), Al alimón Caribe (Cuentos), Cartagena de Indias, 1998 y la novela Labor de taracea (2013). Colaborador El Magazín El Espectador; El Heraldo y otros diarios del Caribe colombiano. Es colaborador de las revistas Actual, Víacuarenta (Barranquilla); Viceversa Magazine, Revista Baquiana (USA) Ha participado en Festivales Internacionales y reside en Barranquilla, Colombia.
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