
Espejo de mis días
Atesoras las tardes,
Las noches y las rosas
Que el tiempo y el olvido
Sepultan entre sombras.
En ti, duermen los días.
En mí, sueña lo muerto.
Cenizas caen al suelo,
Son palabras calladas,
Son silencios ardiendo.
Uno a uno se teje
El sueño y el delirio
Del hoy, ayer, mañana.
No sé si soy recuerdo,
O acaso solo sueño,
Del que seré reflejo.
En ti, duermen los días.
En mí, sueña lo muerto.
Entre el sueño y el delirio
Está la rosa sangrada
Que se muestra en el silencio.
Por eso lo guarda todo,
Sin tener apenas nada.
Está la rosa muriendo;
Y sus pétalos de tiempo
Son el dios al que tememos
Como el más profundo espejo.
Está la rosa postrada
En tres mil años de versos;
Y sus labios son la llama
Que llamamos universo.
Leave a Reply