
Poemas
Variaciones sobre el cuerpo
I
Endeble es el cuerpo,
frágil y viscoso,
más endeble aún y se vuelve
un trapo sucio
que alberga sueños y errores.
Triste es la forma
en que uno se percata de ello:
fragmentos de una vida
que se dispersan.
Endeble, lo que le sigue,
dócil a la violencia del movimiento,
a la vida que transcurre.
II
No como la piedra
que resiste firme y casi inalterable,
el cuerpo cambia
y acepta nuevas formas
así sean incómodas
o estéticamente incomprensibles.
Parece que el agua que contiene
rige con su principio de libertad,
con su improvisación continua.
México, 2016
a partir de Francisco Cervantes
No es ésta tu ciudad, pero de donde vienes
Perteneciste alguna vez
Habrías de reflexionar.
Y la tierra que ahora pisas
Sea desgraciado tu gesto incluso
Es tuya por herencia
Y vano reclamo es fruncirte
En una desordenada rabieta.
No sabes ya qué animal eres,
Qué luna es a la que debes cantar
Si cantar pudieras en desamparo.
Ni aun el banquete familiar e íntimo
Te convence de establecerte
Pues no seas ajeno donde te sientes propio.
Campo o ciudad, lo tuyo es vagar,
Acumular en tus pasos el yermo
Mas ahora mírate pidiendo clemencia,
Reconoce cuán medido es el mundo
Que otorga lo pedido y lo que corresponde.
Llueves,
pero no sabemos cómo;
es sólo porque lo digo.
(Verbo defectivo,
errónea su conjugación
en la primera persona del singular.)
Pero digo eso a sabiendas
de que mi voz no alcanza el poder alquímico de Dios;
me golpeo la boca para callarme,
no sé qué tonterías digo,
ninguna voz puede entorpecer el agua por decirlo
o hacer terciopelo
la corrosiva textura del cactus .
Por qué digo esto si la lluvia
sólo sucede cuando la presión y humedad
de la atmósfera, la temperatura, el viento,
la voluntad de la naturaleza.
Y no el cuerpo que –oh, paradoja-
está conformado en su mayoría por agua
y después carne, hueso, sangre,
sordos sentimientos, ingenuidad.
Nadie vuelve al león víctima,
ni al ratón verdugo.
Antes de finalizar el improperio,
he de anotar
que por algún extraño motivo
o simple casualidad
comienzas a volverte solo agua.
Del fracaso
Fue todo de un golpe,
el nervio más sensible se vio amenazado,
el estrépito ocurrió
y todo el ánimo a su paso
se desmoronó abruptamente
o sucedió que siempre
se fue así,
un melancólico aburrido
que desteje tormentos
de una conciencia
cada vez más comprometida
o más bien todo se fue a la mierda
y buscábase la forma de evadir
los problemas y las soluciones,
por eso no se menciona una primera persona
o fui yo,
siempre fui yo el culpable,
llovía una tarde en la Ciudad de México,
estábamos solos y desesperados.
Adalberto García López (Culiacán, 1993), poeta y traductor. Egresado de la Licenciatura en lengua y literatura hispánicas por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Actualmente funge como editor de la revista electrónica Círculo de Poesía. Becario Interfaz del ISSSTE del programa Los Signos en Rotación en 2014. Invitado al I Encuentro de Escritores Jóvenes de Sinaloa por parte del Instituto Sinaloense de Cultura en 2014.
Leave a Reply