
Ofrecemos una muestra poética del autor Carlos Mazarío (Alicante, 1977) residente en Alcalá de Henares (España)
De Un incendio (Ed. Groenlandia, 2015)
NUNCANADANADIE
Qué va a ser de ti,
sombra infeliz,
cuando termine todo,
cuando acabe la lucha,
cuando los ojos turbios
de los combatientes
estén secos
como lagunas tristes
en verano.
De Movilidad exterior (Fractal Ed., 2016)
DÍAS ROJOS
Qué humillación abrir cada mañana
los ojos, y no hallar
más que el mismo almanaque en la cocina
lleno de días rojos, y a tu madre
que ya no te sostiene la mirada.
PERSPECTIVA AÉREA
En verano volvemos. Todavía
están los padres y están los abuelos,
y los amigos nos echan de menos,
reconocemos al llegar olores
y entendemos aún
cada conversación y cada broma,
recuperamos hábitos
que nunca hemos perdido, están bien instalados
en nuestro subconsciente, no se olvidan,
pero al otro verano
nos extrañamos cuando alguien dice algo
arrancado al slogan de un anuncio, o se cita
a una nueva famosa de la tele,
y las zonas de sombra van creciendo,
mueren nuestros abuelos, nuestros padres
se van volviendo ancianos, los amigos
tienen nuevos amigos, nuestros hijos
confunden a sus primos, a los que no ven nunca,
y un verano
no encontramos fecha en la que venir
entre los campamentos y el trabajo,
la invitación a una boda en Bruselas
y otras inmediateces, y ese aire
que nos separa tiñe todo de azul
a lo lejos,
volver ya no es volver,
es sólo ir.
MOVILIDAD INTERIOR
Ahora ya no están más, pero hace poco tiempo
-tus padres lo recuerdan Madrid sumó al millón y pico de cadáveres
las sombras de varios cientos de miles
más, que no valían nada,
que no tenían nada
más que hambre y la fuerza de sus manos
con las que construir casas insólitas,
desventrar cuevas para guarecerse
-recuerda, fue en Madrid, hace no tantos años,
tus padres lo recuerdan, gente en cuevas,
gente en el barro sucio del Jarama,
la ciudad que crecía como un órgano enfermo,
como la espuma glauca de un océano turbio y la burla continua,
y los analfabetos perdidos en los túneles
del metro, y los niños hambrientos
comiendo de un puchero mientras sorbían mocos
con sus ojos de niño desterrado,
hace no tanto tiempo,
Madrid, tantos cadáveres
mirando por encima del hombro a sus espectros,
recuérdalo, tus padres lo recuerdan.
De Ejército de un solo hombre
(Ed. Letras Cascabeleras, próxima publicación en septiembre de 2019)
ASUNCIÓN DEL FRACASO
Tierras desposeídas de sus tumbas, madres encanecidas en el vértigo.
Es lo que queda de mi patria.
A.G.
Mirar al otro lado del abismo
y no ver más que sol a manos llenas
en esta tierra dura y sin aristas
en que vine a caer.
Despojar al silencio de belleza
y dejarlo en terrible certidumbre
como el mirar oblicuo de los muertos,
como el susurro de las alimañas.
Arrostrar la verdad como el cuchillo
emprende su labor, como las manos
del nadador seccionan limpia el agua.
Saber
los detalles exactos de mi hazaña.
Reconocer
que nunca mataré a Liberty Valance.
Carlos Mazarío (Alicante, 1977) es profesor de Geografía e Historia en un Instituto Público de Alcalá de Henares (Madrid-España). Autor de los poemarios “Un incendio” (Ed. Groenlandia, 2015), “Mi vida en Camposanto” (Inventa Ed., 2016), “Movilidad exterior” (IV Premio internacional de Poesía Asociación Cultural Fractal, Fractal Poesía, 2016) y “Ejército de un solo hombre” (Ed. Letras Cascabeleras, próxima publicación en septiembre de 2019), entiende la poesía como un espacio de reflexión y de memoria desde la palabra y considera, con Wyslawa Szymborska, que todo es política. En el ámbito académico es autor del ensayo “La Universidad Laboral de Alcalá de Henares” (Domiduca Libreros, 2017) y de diversos artículos histórico-artísticos. Fue galardonado con el I Premio de Jóvenes Investigadores por la Institución de Estudios Complutenses (2007).
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